Aprendí a escribir cuando iba a párvulos... me dieron mi primer lápiz de minas y un cuaderno Rubio titulado Escritura vertical.
Todo eran palitos y redondas que se unían de forma curiosa.
Pasados unos años he de aprender otro tipo de escritura, en la que el cuaderno es un blog, el lápiz son mis dedos y las páginas no pasan en horizontal, sino en vertical...
viernes, 29 de octubre de 2010
como en casa...
no sé cómo lo he solucionado... el problema igual que vino se ha esfumado, y vuelvo a tener delante de mi esta pantallita blanca que me encanta, y estoy contenta de poder seguir publicando, aunque sé que no será tanto como quisiera....
hoy me he empeñado en conseguirlo... estaba escuchando Antes de que cuente diez, de Fito&Fitipaldis, y no sé si son las letras de Fito o la copa de vino que me estoy tomando -la tercera ya- lo que me ha hecho entrar a saludar... a decir que me siento bien...
hace tiempo alguien me dijo: qué bien se está cuando se está bien...
aquí os la dejo...
pd. por cierto, el vértigo se ha esfumado como el problema internil (me encanta inventar palabros)... me siento bien... me siento en casa...
sábado, 25 de septiembre de 2010
manos de barro...
viernes, 17 de septiembre de 2010
la muñeca vacía de deseos...
aquel día llovía, por lo que descartamos ir a la playa... improvisamos contratando a un taxista que nos llevó por toda la isla enseñándonos templos, budas gigantes, rocas con formas fálicas y un restaurante perdido en lo alto de una montaña donde comimos el mejor arroz con verduras que jamás había probado... antes de volver al bungalow, nos llevó a un pequeño templo alejado de la carretera y nos animó a entrar... me descalcé, entré despacio y me arrodillé en el suelo delante de un buda... sin mirarme, me puso una pulsera de hilo blanca en la muñeca derecha... cada nudo era un deseo, y sólo se cumplirían en caso de perder la pulsera...
sobraba mucho hilo por cada lado, por lo que le pedí a Quim que me hiciera más nudos (así podía pedir más deseos)... pensé que jamás se cumplirían... estaba tan bien atada, que era imposible que los nudos se deshicieran y se cayera la pulsera...
hoy, casi cuatro años más tarde, he notado un tirón al pasar por una puerta... mi muñeca estaba vacía de deseos... he mirado por todas partes, pero no había rastro de la pulsera... ha desaparecido... ja!... he sonreído... he sentido la misma ilusión que cuando aquel buda me la estaba anudando... no recuerdo que deseé, pero confío que se cumpla...

lunes, 13 de septiembre de 2010
el colchón de muelles ...
al llegar a la casa, los dueños salieron a recibirnos con una simpática sonrisa... Clin, el perro, también mostraba alegría moviendo el rabo enérgicamente... nos mostraron la habitación que nos habían preparado... me sorprendió la altura de la cama... la observé y me di cuenta de que había siete colchones... me hizo gracia y sólo esperaba no caerme de la cama porque la distancia hasta el suelo era considerable...
paseamos toda la tarde por los alrededores... charlamos. reimos... fuimos al pueblo más cercano a comprar mermeladas y hierbas para cocinar... el tiempo se nos echó encima y nos apresuramos en volver antes de que anocheciera... llegamos justo a la hora de la cena... tras saborear los exquisits platos preparados por Pilar, nos tomamos un pacharán casero en la terraza junto a otros huéspedes... ninguno habíamos estado allí antes y comentábamos lo bien que se estaba, lo calmada que era allí la vida... tras arreglar un poco el mundo, nos dimos las buenas noches...
nos costó subir a la cama, pero prometía ser cómoda... estaba tan cansada que nada más estirarme empecé a soñar... pero no duró más de un minuto... no pegué ojo en toda la noche... algo me molestaba en la espalda... un muelle, pensé...
a la mañana siguiente Pilar, al ver mi cara, me preguntó si había descansado... le mentí con una sonrisa, pero me guiñó un ojo y me dijo: notaste el guisante, verdad?

dedicado a todos los que en estos momentos me hacéis sentir tan bien... a todos los que siempre me tratáis como una princesa...
jueves, 9 de septiembre de 2010
reencuentro...
una de mis primeras visitas es "sensemirar", cuyas fotos me inspiran... otra visita ineludible es "diariodeunocioso"... y veo que mi blog aparece en un lateral en la sección blogs que sigo... me alegra... pero mi cara cambia cuando veo que debajo pone: hace 4 semanas... ¿4 semanas?... ¿tanto hace que no tengo ocio internil?... ¿tanto hace que no tengo ni un momento para mi?... ni siquiera he hecho balance de mi vida (siempre lo hago en julio)... y estamos en septiembre y solo tengo tres meses para cambiar lo que no quiera, para mantener lo que me gusta y para intentar conseguir lo que quiero...
de unos meses a esta parte mi vida se ha movido tan rápido que una parte de mi se ha quedado atrás, en el limbo, como perdida...
hoy la he llamado y le he dicho que viniera hacia mi, que esta era nuestro sitio ahora, y que íbamos a recuperar el tiempo perdido... carola coch ha corrido hacia mi... y aquí está, para servirles...
jueves, 12 de agosto de 2010
nómada de verano...
echo la mirada atrás y recuerdo otros veranos en los que cada día me levantaba sin saber donde iba a dormir esa noche... encontraba el mejor sitio y allí me quedaba.. disfrutaba los días como si fuesen el último y cada día era mejor que el anterior... este verano hemos creído que era mejor programarlo (demasiado para mi gusto) pero con un bebé no es responsable (?) viajar de otra manera...
en vacaciones me gusta ser nómada... improvisar sobre la marcha... me da equilibrio y me (des)ubica en el mundo... pero este año deseaba un verano tranquilo y lo estoy teniendo... mañana hay lluvia de estrellas... tengo ganas de sentarme en la terraza de la casa que hemos alquilado en medio de la nada... pediré un deseo cuando vea una estrella fugaz, aunque pensaré bien lo que deseo, porque quizás se cumple...
tras pasar unos días en la Costa Brava (La Fosca, Pals, Calella de Palafrugell....) hoy nos vamos a La Cerdanya... allí espero encontrar lo que busco... lo he preparado con tanta ganas!... llevo esperándolo tanto tiempo que temo que no sea todo lo bueno que imagino... que espero... que necesito...
estoy a punto de cerrar la maleta y el ordenador no me lo puedo llevar... pregunté en la masía rural si tenían wifi y no sabían lo que era... puede que no haya ni cobertura de móvil... estaremos (des)conectados del mundo... (des)ubicados en la montaña... quizás esta es la manera de ser nómada este verano...
viernes, 25 de junio de 2010
where's my mind...
CRÓNICAS FORMENTEREÑAS (I)
corriendo llegamos a la puerta 35... con la tarjeta de embarque en la mano y la chaqueta olvidada en el control policial, entramos en el avión... (cuando vuelva deberé ir a objetos perdidos, mmpffggrrr)...
vuelo tranquilo, agradable, estamos contentos, emocionados... volvemos a LA ISLA... desde el avión vemos Ibiza y Formentera... mira que cerca están!... casi podríamos ir a nado...
esperamos el autobús que nos llevará al puerto... somos dos, no vamos a coger un taxi, no vale la pena pagar 12 euros.... llega el autobús... 7,50... mmmm....
son las 13.25 y en 5 minutos sale el ferry a Formentera y no hay otro hasta a las 15.30... por dios, que no lo perdamos!... entramos corriendo en el ferry y nos disponemos a disfrutar del azul del mar (es increíble el color azul marino que hay en ese trayecto)...
después de tantos meses esperándolo, ya estamos aquí...
una hilera de puestos de coches de alquiler nos espera a la llegada... preguntamos varios precios y al final nos decantamos por un Suzuki Jimmy descapotable por tan solo 4 euros más al día que un Peugeot 205 de hace 12 años... (no había nada más económico... en ningún puesto)....
abrimos el techo solar, quim me hace una foto y vamos hacia el apartamento que tenemos alquilado... nuestra cara es de felicidad absoluta... hemos llamado a mis padres y hemos escuchado a Noa diciendo ooohh... la echamos de menos, pero estamos felices... nos esperan unos días de paz, de tranquilidad en LA ISLA... la isla en que el tiempo se para... en que la paz se transmite por todos lados...
cogemos la carretera principal que lleva a La Mola y nuestra cara cambia de golpe... coches, -muchos coches- pitidos, gente -mucha gente- yendo rápido., motos, caminones, autocares.. buf... pero qué ha pasado aquí?... resulta que nada, que no ha pasado nada... bueno sí, quizás un anuncio de cervezas...
atravesamos el caos y llegamos a una zona tranquila... dejamos las maletas y vamos a comer a ul chiringuito Ca Mari... mmmm... qué buena la ensalada de patata... mmmm... que fresquito el vino blanco (no voy a dar ni un duro a las cerveceras)... mmmm... qué paz!... después de comer nos tumbamos en la playa... arena blanca, agua turquesa... en el Ipod suena Where's my mind de The Pixies...
martes, 15 de junio de 2010
... promesa cumplida
lunes, 14 de junio de 2010
... la media naranja
domingo, 13 de junio de 2010
... esto no se toca, quita
ayer entré en el blog porque quería cambiar todos los enlaces que tengo a la derecha y vi una pestañita que ponía: diseño de plantillas, nuevo!... "oh! qué será??"... olvidé lo que quería hacer y cliqué encima... "anda, pero si está lleno de opciones nuevas... a ver qué hay aquí... anda, un fondo negro... anda, uno de topitos"... iba jugando y curioseando todos los dibujos... a la derecha había una pestaña muy grande que decía: aplicar al blog... "bueno, mientras no clique aquí no pasa nada"... tras divertirme jugando un rato poniendo el blog con los dibujos más frikies y horteras que veía, decidí salir porque ya me gusta mi imagen, todo blanco, con los textos en minúsculas, los enlaces ordenados según los iba creando y con los títulos de los post color naranja...
viernes, 11 de junio de 2010
... una familia de tres
no ha sido un camino fácil, tuvieron que pasar infinitas entrevistas, superar muchas pruebas, desnudar su alma ante personas que no les conocían... incluso tuvieron que luchar contra el sistema... pero nada quebró sus fuerzas, sus ilusiones, su deseo de ser padres...
miércoles, 2 de junio de 2010
... cuestión de tiempo
estoy intentando adaptarme a una nueva vida... a unos nuevos horarios... y no encuentro el momento de sentarme tranquilamente... ya no hay café y cigarro en la terraza... no tengo tiempo... no sé encontrarlo... tengo listas interminables de tengoqué...
cada noche, cuando pongo la cabeza en la almohada y por fin puedo cerrar los ojos, pienso en cosas que podría escribir... si los pensamientos pasaran directamente a esta ventanita, no tendría páginas suficientes en el blog para tantas palabras... frases... cuentos... historias... sueños...
lo conseguiré... encontaré ese momento en el que vuelvo a ser carola coch... de momento, he conseguido entar, poner la contraseña (casi la olvido), abrir la ventanita y escribir cuatro líneas para anunciar que sigo viva, que estoy bien, que solo es cuestión de tiempo... que solo es tiempo lo que me falta...
viernes, 30 de abril de 2010
... ramas
Nil necesitaba alejarse para pensar. Los problemas se habían quedado en el hotel. No habían podido seguirle hasta el otro lado del lago.
(...)
Habían llegado el viernes a media tarde. Olga lo recogía en la agencia a las tres y en menos de dos horas ya deshacían maletas y cama...
Bajaron a recepción consultando alguna ruta a pie de menos de dos horas ya que no querían perderse la cena que tan bien les había vendido el propietario. La servían a las nueve. Julián les sacó un plano de la colina y les señaló varios caminos. Olga no estaba muy en forma, por lo que optaron por una ruta en plano. Llegaron a una fuente, donde bebieron bromeando con que era la fuente de la eterna juventud. De vuelta, ya cansados, caminaron en silencio. Sólo oían el ruido de las ramas que se mecían con el viento y algún pájaro trasnochador. Bajo sus pies, ruido de hojas secas.
Se sentaron en una mesa junto con otros huéspedes. Una pareja mayor que iban una vez al mes a relajarse, dos amigas que querían ahogar en el lago el (des)amor y otra pareja de su edad que celebraban su tercer aniversario de bodas. Compartieron vino y anécdotas. Juan y Rosa les contaban que desde que se habían jubilado venían una vez al mes porque habían encontrado en ese hotel la paz que toda la vida habían buscado. Se habían planteado dejar su piso de Barcelona y venirse a vivir allí, pero sus nietos –aún pequeños- les ataban demasiado. No querían perderse su crecimiento. A Lola su novio de toda la vida la había dejado y Mónica le había regalado ese fin de semana para animarla. Marcos y Ana cada aniversario hacían un viaje. Este año la economía no les había permitido viajar a otro país, por lo que optaron por un fin de semana de relax en la montaña. Nil no sabía por qué estaban allí. No buscaba especialmente la paza... su novia no le había dejado... no era su aniversario –ni siquiera estaban casados-...
Olga estaba especialmente habladora. Él seguía con sus pensamientos. ¿por qué estaban allí?... se habían conocido hacía muchos años y se reencontraron a través de una conocida red social. Habían quedado un par de veces. Un concierto. Una cena. Copas con amigos... y, sin darse cuenta, ya llevaban más de un año juntos. Se gustaban. Se entendían. Lo pasaban bien.
Se levantaron pronto. Desayunaron y prepararon la excursión del día. Hacía un sol radiante. Escogieron otra de las rutas que les había recomendado Julián. En esa ocasión debían coger el coche. Aparcaron a las afueras de un pueblecito y fueron andando colina arriba. En lo alto, entre una ladera de hierba, había una ermita de piedra. Estaba abierta. Olga quiso entrar. Se sentaron en un banco en silencio. Oyeron una puerta y apareció el cura. Les sonrió y se acercó hacia ellos. Les preguntó el nombre y les contó la historia de la ermita. Nil no sabía donde mirar. Hacía años que no entraba en una iglesia. Ni recuerda la última vez que habló con un cura. Ni siquiera creía en Dios.
- ¿no crees que es una ermita ideal para casarse?... ¿qué me dices?... Nil abrió los ojos como platos. -¿le estaba pidiendo en matrimonio? ¿ella a él?... Olga le miraba sonriendo, con los ojos chispeantes... él no contestó, solo pensaba ¿por qué estamos aquí?... Bajaron en silencio. Se acercaron al pueblo, compraron coca de azúcar y algún embutido para llevar a Barcelona y regresaron hablando de todo y nada al hotel.
Antes de cenar se encontraron con Lola y Mónica. Se contaron lo que habían hecho aquel día. Nil apenas escuchaba. Desde que bajaron de la ermita no habían vuelto a hablar del tema. Temía que Olga lo volviera a sacar en algún momento porque no tenía ni idea qué contestar. Tomaron una cerveza en el bar. Olga estaba animada hablando con ellas y Nil aprovechó para decirle que iba a la habitación a descansar un rato. Al pasar por delante de la recepción camino de las escaleras que le conducían a la primera planta, observó que la puerta estaba abierta. Vio el lago. Salió y empezó a andar. Llegó hasta la otra orilla.
Nil necesitaba alejarse para pensar. Los problemas se habían quedado en el hotel. No habían podido seguirle hasta el otro lado del lago.
martes, 27 de abril de 2010
ciao... ragazza
tras más de seis meses escogiendo fotografías, escribiendo historias, imprimiendo, editando, reescribiendo, .... por fin ha visto la luz el libro No siempre en este orden, relatos cortos inspirados en fotografías... con fotografías de Toni Tugues y textos de Carola Coch... como dice la frase que escogimos para empezar el libro:
"El que quiera interesar a los demás, tiene que provocarlos" (Salvador Dalí)
para celebrarlo y daros las gracias por seguir aquí (el libro ha sido escrito por y para vosotros), os regalo una de las historias...
... ragazza
Las cámaras de todos los aeropuertos que había pisado, debían contener imágenes de ella corriendo por los pasillos. Siempre llegaba con el tiempo justo. Una vez incluso perdió un vuelo. Pero hoy no era el caso. Era viernes 23 de diciembre y temía que hubiera overbooking, así que prefirió llegar con tiempo al aeropuerto y asegurarse un asiento de vuelta a casa. Facturó una maleta. La auxiliar de tierra le asignó el asiento 8A, haciendo caso a su petición de “asiento en ventana lo más cerca posible de la cabina del piloto”. No temía volar, pero iba más tranquila en la parte delantera porque, en caso de turbulencias, se movía menos. Además, los refrescos llegaban antes.
jueves, 1 de abril de 2010
... regalito
miro por la ventana... mmppffgg... no hace sol... y me duele la pierna de hacer ejercicio ayer con la máquinarreglatodo...
enciendo el ordenador y compruebo el correo... a estas horas de la mañana sólo suelo recibir correo de algún diario y de una web de compra por internet de ropa de conocidas marcas rebajadas hasta un 70%... solo he comprado una vez, nunca encuentro gangas, quizás porque las prendas que suelo comprarme en tiendas convencionales, suelen ser más económicas que las de precio rebajado -aunque sea al 70%-...
el correo me anuncia que se están descargando 5 emails que pesan más de 60mb... mmmm...
noticias... ropa... oh! de: Eva - asunto: un regalito... leo lo que me escribe y sonrío... es más, me emociono... música!... enseguida guardo todas las canciones, las cargo en el Ipod y escucho, mientras me tomo el café solo, el nuevo cd de Amy McDonald...
parece que no es una mañana como cualquier otra...
miércoles, 31 de marzo de 2010
caos...
echo una mirada atrás para ver qué he estado haciendo estos dos meses y que me ha apartado de este blog que abrí hace casi dos años y he cuidado poco últimamente y, aparte de quejarme del frío, de cambiar de look, de cambiar de trabajo, de disfrutar de momentos inolvidables con amigos y familia, de descubrir día a día a mi hija -que ya aplaude, ríe, dice adiós con la mano, se pone de pie, gatea, dice papá y mamá a su manera, sonríe y patalea cuando te ve y que nos da alegrías y ninguna pena-, he estado preparando algo que ha llenado muchas horas de este invierno... todo empezó en diciembre, en medio del caos navideño...
De pequeño siempre me había gustado pasear por la ciudad los días cercanos a Navidad. Recuerdo el primer día que paseamos un 20 de diciembre por Portaferrissa. Mi padre me llevaba encima de sus hombros y desde allí arriba podía ver muchas cosas. La gente iba caminando deprisa, unos subían, otros bajaban, entraban en una tienda y después en otra. Siempre iban con bolsas. Alguna vez había visto algún padre gritando el nombre de su hijo, el cual se había perdido entre la multitud. Yo lo veía. Estaba en un escaparate de una tienda de golosinas. Cuando por fin el padre lo encontraba, respiraba aliviado mirando al cielo, pero al niño le mostraba su enfado y lo cogía fuertemente de la mano para que no se volviera a escapar.
Hubo una vez que un señor se acercó a una mujer y le cogió una bolsa. No sé por qué gritó la mujer ya que creo que el hombre seguro que solo la quería ayudar porque la bolsa que llevaba pesaría mucho. Es lo que hacía mi padre con mi madre cuando paseábamos e íbamos de compras.
Veía a Papá Noel en todas partes. Mi padre me decía que solo los niños buenos lo podían ver. Y cuanto más bueno eras, más veces lo veías. Una, dos, tres… sabía contar hasta quince, luego volvía a empezar.
Las luces de colores me encantaban. Había unas estrellas que se iban iluminando cada vez de un color. Los iba diciendo todos a medida que cambiaban. Rojo. Azul. Verde. Amarillo. Siempre era el mismo orden. Cuando ya me había aburrido de este juego, volvía a contar las veces que veía a Papá Noel. Ese año había sido muy bueno. Por lo menos quince veces.
Mi madre, antes de salir de casa, le decía a mi padre que me pusiera el gorro que había tejido mi abuela el año anterior. Tenía dos borlas que colgaban de los lados que a mí me encantaba estirar. Una era roja y la otra verde. Mis dos colores favoritos, aunque el rojo más. Había señores mayores sin pelo que pensaba que seguro tenían frío porque no llevaban gorro. Quizás es porque no tenían abuela.
Había veces que mi padre tenía que frenar en seco porque alguna persona se había cruzado. Le pedía perdón, pero su cara era seria. Esas personas no serían buenas, si hubiesen sido buenas, sonreirían de felicidad por ver aparecer a Papá Noel. A mí me pasaba. Me alegraba cada vez que lo veía. Yo les hacía señas para enseñarles donde había uno. Pero no miraban. O no veían.
Fuente: Foto cedida por el fotógrafo Toni Tugues: sense mirar
jueves, 25 de febrero de 2010
hierba mojada...
se oye una moto a lo lejos... creo que es Juan... somos tan pocos en esta urbanización que reconoces quién viene por el sonido de la moto... a veces oyes dos juntas y sabes que son esta nueva pareja del verano... se conocen desde que eran pequeños, pero este año, en las fiestas, se han descubierto... se han dado el primer beso entre los árboles del bosque...
parece que todos van hacia la zona comunitaria... a ver si vienen mis amigas a buscarme que no me lo quiero perder...
llegamos y colocamos las toallas al lado de la piedra que hay en medio del césped... parece puesta expresamente -seguro que es así- tiene forma rectangular y una altura ideal para sentarse, de forma que te cuelgan ligeramente las piernas... algunos ya se están bañando, yo espero las dos horas de rigor... cuento los minutos... meto un pie, está fría... me siento en el borde mientras mi amiga me cuenta una anécdota que le ha pasado con el chico que le gusta... nos vemos todos cada día, pero siempre hay cosas nuevas que contar...
se acerca un chico de otro grupo... nos invita a una fiesta en casa de sus padres el próximo viernes... aceptamos encantadas... ya tenemos nuevo tema de conversación...
salimos del agua y a las siete bajamos al polideportivo... hoy hay dos partidos de fútbol sala... es la segunda ronda del campeonato... nosotras jugamos ayer, así que hoy toca descanso... todos los de la urbanización se reúnen para animar a sus amigos, hermanos, hijos... mientras se disputa el partido, alguien hace unos lanzamientos a canasta en el minicampo de baloncesto... en la otra esquina puedes ver a un padre que juega con su hijo pequeño... no levanta dos palmos del suelo pero también quiere disfrutar del acontecimiento del día...
las chicas mayores cogen las motos y van en busca de agua para los jugadores de fútbol... nos ofrecen si queremos acompañarlas y así nos dan una vuelta en la moto... sonreimos... nos sentimos mayores...
a las nueve empieza a anochecer... tenemos que ir a casa a cambiarnos para, después de cenar, ir al club social... allí disputamos las partidas de cartas, parchís y dominó que también son parte de la fiesta mayor y cuyos premios se entregarán el último día de agosto, en la gran paella que se celebra anualmente...
miércoles, 3 de febrero de 2010
... what else?
son las seis de la mañana y Noa se ha despertado para comer... he dormido apenas cuatro horas pero estoy feliz delante de mi pececito blanco... escucho una canción en la radio -suena Believe de Cher-... me estoy tomando un café Roma -what else?- tras comer una tostada con nocilla, y fumandome un cigarro... estoy en la mesa de la cocina, aún no hace tiempo de salir a la terraza... ya queda menos...
encontré varias ofertas... mi nivel de inglés -teniendo en cuenta que es el idioma oficial de allí- es un handycap para acceder a un puesto que, por experiencia, me correspondería... pero podría empezar trabajando en cualquier cosa y en unas semanas intentar optar a algo más acorde a mi profesión... tampoco difiere mucho de lo que hago en Barcelona...
veo en televisión que muchos españoles se han afincado en otro país... a todos les va bien... están contentos de haber dejado por una época su ciudad, su país, sus costumbres... están felices al otro lado del mundo (vi)viendo cosas que no salen en los libros...
desde siempre he tenido la inquietud de dejar por un tiempo mi ciudad... pero no he tenido oportunidad de irme - probablemente no he sabido (o querido) verla-... siempre ha habido algo que me ha echado hacia atrás... que si la familia, que si el dinero, que si la empresa... excusas...
de un tiempo a estar parte no paro de darle vueltas... me sabría muy mal irme ahora que ha nacido Noa... mis padres la añorarían mucho -es su única nieta- y les dolería en el alma estar meses sin verla... papá, mamá, he encontrado trabajo... es a siete mil quilómetros, pero vendremos en verano y vosotros podéis venir cuando queráis, y así estáis con Noa... el trabajo? de camarera en un bar de playa... sé que entenderían -si supiese cómo explicárselo- la necesidad imperiosa que tengo de hacer algo así... en el fondo, creo que ya lo saben...
Quim es algo reacio a esta idea... por un lado piensa que podría estar bien, pero él no tiene esta inquietud tan latente como yo... evidentemente, sin él no me iría, así que miramos juntos las ofertas de trabajo, pero él se lo toma como un entretenimiento, mientras yo me iría ahora mismo al aeropuerto... él ve las cosas con una persepectiva totalmente diferente a mi... él piensa que qué pasaría si no nos adaptáramos, si no fuese lo que imaginamos, si tuviéramos que volver... ¿volver?... ¿qué problema hay en volver?... pienso que esto sería lo peor que nos podría pasar... y volveríamos contentos por reencontrarnos con toda nuestra gente... explicándoles cosas que no salen en los libros... ah! y con un nivel avanzado de inglés... y quizás entonces, aquí, encontraría trabajo... what else?
viernes, 1 de enero de 2010
... acabo de llegar
me acompaña Fito... en lugar de ponerlo en el Ipod, he decidido abrir la página web de youtube y así escuchar las canciones que no tengo... ahora suena una de mis favoritas... Me equivocaría otra vez... a pesar de que la letra es triste, a mi me transmite paz, buen rollo... la escuchamos un día en el coche de Roger y Clara... volvíamos de una cala de agua transparente... tras bañarnos y tomar el sol, comimos un pescado típico croata en un chiringuito de madera con cuatro mesas... íbamos por una carretera camino al apartamento que habíamos alquilado en Vis... mientras sonaba la canción, los cuatro mirábamos por la ventana... nadie decía nada... cuando terminó, alguien comentó que ese momento había quedado inmortalizado con esa canción... quizás fui yo...
encima de la mesa de delante del sofá hay un biberón vacío que Noa se ha tomado antes de dormir, un paquete de Marlboro medio lleno, un ceniceo y el móvil -que no ha sonado en todo el día-... Quim se ha levantado de mi lado y se ha ido al ordenador que tenemos en el otro lado del salón... supongo que a navegar un rato...
me tapo con la manta... a pesar de tener la calefacción puesta, me gusta estar calentita mientras escribo...
ayer, antes de salir de casa hacia Graceland, miré en internet rituales para el año nuevo -todos se rieron de mi, bueno, conmigo, yo también me reía-... leí que para tener suerte, tenías que llevar monedas en la mano izquierda mientras te tomabas las uvas... que llevaras algo rojo... que pusieras algo de oro en la copa de cava con la que brindarías... que levantaras el pie izquierdo justo antes de terminar las uvas para entrar en el año con el pie derecho... que te terminaras a tiempo todas las uvas... que pidieras un deseo por cada una... y más que, ahora, no recuerdo... me concentré para hacerlo todo... algo rojo si llevaba... el anillo de casada en la copa... dinero en la mano izquierda... y las uvas, peladitas y sin huesos, me las acabé a tiempo... lo de levantar el pie izquierdo, creo que me olvidé... lo que si intenté es pedir un deseo cada vez que me comía una uva... cuando ya llevaba tres, no sabía qué pedir... doce deseos?... me di cuenta de que no deseo tantas cosas... será porque en el fondo tengo más de lo que a ratos pienso... no puedo decir lo que pedí, porque si no no se cumplirá... y, creedme, lo deseo con todas mis fuerzas...
he empezado bien el año... ayer noche, rodeada de amigos y recibiendo mensajes de gente con la que también me hubiera gustado estar pero, como ya he dicho en el apartado nuevos momentos alrededor de una mesa, no se puede reunir a todo el mundo en una noche, y, a partir de hoy, tengo todo el año para compartir buenos ratos con ellos... esta mañana felicitando a mis padres y abrazando a mi hija... toda la tarde con Quim y Noa en casa, disfrutando de estar los tres juntos... y ahora, sentada en el sofá, con mi pececito blanco apoyado en mis piernas, escuchando a Fito cantar -como si lo hiciera el 2010- Acabo de llegar...
... qué te voy a decir, si yo acabo de llegar... si esto es como el mar (...) dejadme nacer, que me tengo que inventar..."