...el camino está lleno de piedras... algunas grandes, otras -las menos- más fáciles de sortear... no osas mirar a los lados, no puedes permitírtelo... podrías tropezarte y caer... has cerrado los ojos un momento, una mota de polvo inportuna ha invadido tu ojo derecho... de repente te ves besando el suelo otra vez.... te levantas limpiándote las hojas secas y la tierra que te han quedado en los pantalones... te sacudes las manos llenas de barro, mientras reemprendes el camino... alguien grita tu nombre... lo oyes pero no puedes detenerte... no puedes apartar la vista de tu camino... Caroooooola!... te detienes un segundo... miras a la derecha... allí lo ves, un camino liso, sin piedras... -¿y si están más adelante? éstas por lo menos ya las conozco...- pero algo en tu interior te dice que por qué no lo intentas... -¿y si no hubiese piedras? de aquí al horizonte no veo ninguna...-... -¿ y si sólo estuvieran en el camino que nosabescómo tomaste hace un tiempo?...- te vas... corres hacia quien te llama... cierras los ojos y notas que sigues caminando... poco a poco dejas de temer caerte... a malas, tienes tus manos que pararán el golpe... sólo necesitarás sacudirte el barro y seguir...
1 comentario:
Si tod@s pudiesemos coger las piedras donde tropezamos, pintarlas de colores y colocarlas en un suelo blanco inmenso.
Al final tendríamos un cuadro lleno de los errores, las traiciones, los desengaños, todos los sinsabores transformados en collage multicolor.
Para crear futuros como antes pintábamos con cajas de plasticolores...
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