Aprendí a escribir cuando iba a párvulos... me dieron mi primer lápiz de minas y un cuaderno Rubio titulado Escritura vertical.
Todo eran palitos y redondas que se unían de forma curiosa.
Pasados unos años he de aprender otro tipo de escritura, en la que el cuaderno es un blog, el lápiz son mis dedos y las páginas no pasan en horizontal, sino en vertical...



miércoles, 27 de mayo de 2009

... con respeto

... no he podido dejar de recortar una de las Cartas de los Lectores de La Vanguardia del pasado domingo -en la que un lector denunciando el comportamiento de un guardia urbano en Barcelona- para compartirla con vosotros...

Carta de Sergio (Lleida):

"... Conducía por Rambla Cataluña de Barcelona cuando topé con un coche de la Guardia Urbana y una moto de los Mossos. Los conductores de ambos vehículos conversaban tranquilamente con el semáforo en verde. Tras diez segundos de espera, decidí advertirles con la bocina. Supongo que herí el orgullo del urbano porque me hizo detener la moto en una esquina y me pidió toda la documentación. Faltaba el carnet de conducir, que poseo pero que no llevaba encima. Con una multa de más de cien euros me devolvió el bocinazo. Durante toda la conversación, su tono fue provocador, como buscando el desacato, pero no me inmuté y no lo consiguió. Al día siguiente, fui a la comisaría de los Mossos d'Esquadra a poner en conocimiento la actuación del agente, pero el policía que estaba de guardia no quiso coger la denuncia (...) Finalmente, fui bien atendido en los juzgados..."

me indigna tanto como a él, porque creo que a todos -alguna vez... o dos...- algún guardia urbano nos ha tratado de forma injusta... a mi, sin ir más lejos, hace tan solo 11 días...

... el sábado 16 de mayo circulaba en contra dirección por una de las calles semipeatonales del barrio antiguo de Sarrià y un guardia urbano me pilló... (soy consciente de que lo estaba haciendo mal, pero que si me metí por allí fue porque la calle por la que tenía que subir estaba cortada por un correfoc...)... éste se acercó hacia mi y me dijo con un tono irónico y con toda la mala leche que se pueda tener: "Señorita, qué parte de la señal no ha entendido?, eh?"... Me quedé tan atónita con la frase y el tono, que no pude decir nada y el guardia urbano, con sus aires de superioridad, me ordenó medio a gritos y tratándome de inútil, que diera la vuelta...

... pero qué se había creído para hablarme así?... si he hecho algo tan malo, que me ponga una multa y punto -pensaba, pero con respeto... con respeto... con estos pensamientos di media vuelta y cuál fue mi sorpresa que, al cabo de un rato, cuando ya había dejado el coche, lo vi parado a diez metros de mi... me acerqué hacia él -como iba andando ya no podía multarme, jeje- y le dije con más fuego en mi mirada que el correfoc que él cubría: "... la próxima vez que se dirija a mi, lo hace usted con respeto, porque a mi nadie me llama gilipollas!!... sí, no ponga esta cara de sorprendido, porque es lo que me ha llamado... porque cuando a una persona se le dice: ¿qué parte no ha entendido de... la está insultando... y yo en ningún momento le he hablado mal para que me insulte... de acuerdo?... solo le pido que me hable con respeto... con respeto... " ... empezó a replicarme con sus aires de superioridad a lo que, sin escuchar lo que decía, yo solo le contestaba una y otra vez: "... con respeto... con respeto... con respeto..." y me di media vuelta... estoy segura de que si en lugar de una mujer embarazada hubiese sido un hombre, esa noche hubiese dormido en comisaría, porque, como le pasó a Sergio, el guardia urbano se me hubiera encarado buscando el desacato... y creo que yo sí me hubiera inmutado...

me quedé satisfecha de haberle podido decir lo que pensaba y no irme a casa con esa sensación de impotencia por no haber podido defenderte, pero debería haber hecho como Sergio y denunciarle al día siguiente... y si no me aceptaban la denuncia, ir a los juzgados... Sergio, me alegro de que defendieras lo que creías y lo hicieras hasta el final, ya que muchos de nosotros nos quejamos de estas injusticias pero luego no hacemos nada, ya sea por pereza, por falta de tiempo o, simplemente, por olvido... como a mi, que ya se me había olvidado, hasta que leí tu carta y has conseguido que, por lo menos, lo denuncie en este blog... estoy pensando que si habiendo pasado tantos días, aún puedo ir a la comisaría... quizás lo hago... eso sí... presentándoles todos mis respetos...

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