Aprendí a escribir cuando iba a párvulos... me dieron mi primer lápiz de minas y un cuaderno Rubio titulado Escritura vertical.
Todo eran palitos y redondas que se unían de forma curiosa.
Pasados unos años he de aprender otro tipo de escritura, en la que el cuaderno es un blog, el lápiz son mis dedos y las páginas no pasan en horizontal, sino en vertical...



sábado, 17 de enero de 2009

puntos suspensivos... capítulo 2


la siesta-desayuno

8:40 a.m.

me levanto perezosamente una soleada mañana de sábado... no son ni las nueve de la mañana y ya estoy despierta... me encanta levantarme pronto los sábados, desayunar algo dulce y luego volver a la cama a hacer una siesta de desayuno... con Álvaro I lo hacíamos casi cada fin de semana, era perfecto. Normalmente me levantaba yo antes, y le dejaba una tostada preparada. Al volver a la cama, le despertaba cariñosamente y tras desayunar él también, volvía a la camita donde nos podíamos dormir hasta casi la hora de comer... pero ya no está, le dejé hace un mes, o lo dejamos los dos, o fue él, creo... aaaaahhh!! y si me dejó por despertarle cada sábado a las ocho y media de la mañana??!!!!!!????... no, no?, yo creo que la siesta-desayuno también le gustaba... mmmffggrr...

me levanto perezosamente, y con una tormentosa duda en la cabeza, una soleada mañana de sábado... voy a la nevera y sólo hay un sobre de pasta fresca que caduca en dos días, unas lonchas de queso, medio break de leche y medio de zumo de naranja... en la despensa la cosa no está mucho mejor: media bolsa de patatas fritas, una caja de galletas y tés, muchos tés -me encanta comprar tés... té negro, té rojo, té de rosas, té de regaliz...-...

me preparo uno de rosas, como un par de galletas y vuelvo a la cama... sola... me aburro, me aburro... creo que podría aprovechar el día, podría ir al supermercado, o incluso ir al gimnasio a hacer bici... o, mejor aún, ir a echar una ojeada a esa nueva tienda de ropa que han abierto en la plaza... Síiii...

Me ducho rápido y me visto con lo primero que pillo en la montaña de ropa que tengo por planchar: un vaquero roto, una camiseta de color blanco con el mensaje I'm the Queen de color gris en el centro -sin comentarios- y me anudo un fular granate al cuello... me estoy acabando de atar las sandalias cuando suena el teléfono -mi madre, seguro-... "Si, mamá... no, no sé qué voy a hacer para comer porque tenía planes... ah! paella? y también viene Sofía?..." -la dulce y responsable Sofía, que con 18 años conoció a Alejandro, el novio perfecto, éste la animó a estudiar la carrera de Turismo, y ella, muy aplicada, la acabó en 3 años y empezó a trabajar en una agencia de viajes en la que su trabajo consistía en probar tooodos los paquetes turísticos antes de ofrecerlos a los clientes -yo también quiero estudiar la carrera de turista-... pasaron cuatro años y se casaron, una boda linda y de ensueño... ella ya tenía 25 y al los 27 dio a luz a una preciosa niña, Olivia... y ahora, tres años más tarde, vuelve a estar embarazada, pero está de muy poquito, no sabe aún el sexo, y parece que eso no le deja dormir tranquila en su cama-de-casi-dos-metros-en-la-habitación-de-BarbieyKen-en-su-preciosa-casita-pareada-con-jardín-de-Sant-Cugat...- puaj! esta leche está agria... "No, mamá, me encantaría, pero no creo que pueda..."

Bajo a la calle no sin antes comprobar que está todo recogido -nunca se sabe cuando te vas a encontrar a alguien a quién te apetecerá invitarle a tomar un café en tu casa-... En el súper todo son familias perfectas como la de mi hermana Sofía... niños revoloteando alrededor de su madre, carritos que no te dejan pasar, hombres con cara de aburridos -seguro que preferirían estar haciendo una siesta-desayuno- ... compro todo lo que necesito y antes de subir a casa, me paso por la tienda de ropa... no está mal, pero ahora voy cargada, quizás vuelva esta tarde o el lunes...

14:00 p.m.

Cuando he acabado de colocar toda la comida me doy cuenta de que ya es casi la hora de comer y decido que quizás el plan de ir a comer a casa de mis padres y verlos a ellos y a Olivia, no está tan mal... Así que cojo las llaves del coche, pero antes de salir llamo a mi madre para avisarla -una hija no tendría que avisar nunca cuando va a ver a sus padres, se supone que puede ir siempre que quiera, no?, pero mi madre tiene la manía de que siempre la avise- "Ah! que vienes a comer?? Perfecto, cariño, pues pasa por el súper y trae naranjas para hacerle un zumito a la niña y compra pasta fresca, la que más te guste..." Otra vez al súper?? Ni hablar... Cojo una de las bolsas que acabo de guardar y meto el sobre de pasta fresca y el zumo en un tupper -le diré que lo he exprimido en casa-...

Cuando llego, todo está listo... Olivia viene corriendo hacía mi y me da un abrazo taaaan graaande que sólo con esto ya me ha merecido la pena ir -ahora me sabe mal haberle traído el zumo del break que abrí hace una semana-... su padre me saluda cortésmente -con su súper frase buenas tardes, buenas horas que no sé de dónde lo habrá sacado- y mi madre me mira de arriba a abajo gritando: qué guapa es mi hija... bueno, y Sofita también -a mi hermana, desde pequeña, en casa la han llamado Sofita... yo, para fastidiarla, solía llamarle Sofrita- mi padre levanta la vista del periódico y hace el amago de levantarse, pero le hago un gesto con la cabeza para decirle que no se moleste, que me acerco yo. Me da un beso enorme... Sof(r)ita aparece con la paella que ha hecho mi madre, con una sonrisa en la boca y diciendo que nos vayamos sentando... Mi madre me mira y, a su pesar, me dice:"Hija, como me has avisado tan tarde, no me ha dado tiempo de echar otra tacita de arroz y no hay paella para tí, te preparo en un momento la pasta fresca que has traído, vale?..." Oh.

Mientras mi hermana sirve a cada uno un plato -bueno, menos a mi-, veo la cara de mi cuñado de como la mira... no me gusta nada... siempre altivo, con su Polo Raph Lauren perfectamente planchado y con sus pantalones de pinzas oscuros -ya sea invierno o verano, esté en una boda o en la playa-. No me gusta nada por una razón... cuando él y mi hermana eran novios, le estuvo poniendo los cuernos con todo lo que se movía... aprovechaba cada vez que ella iba de viaje con la agencia para estar con una y con otra... me lo contaron, nunca lo ví, por lo que me fue imposible decir nada, hubiera sido mi palabra contra la suya porque quién me lo contó era amiga de una amiga de una... mi hermana jamás me hubiera creído, se pensaría que se lo diría por envidia, porque a mi me costó más acabar la carrera, yo no era tan responsable, yo tenía un novio hoy y otro mañana... se creería que lo único que querría era fastidiarle la boda... -vamos, ni que yo quisiera llevar su vida...- así que, muy a mi pesar, opté por callar... eso sí, desde entonces, vigilo a mi cuñado desde muy muy de cerca... si se levanta al baño y veo que lleva el móvil, espero un rato prudencial y me acerco para escuchar si habla con alguien y en caso afirmativo, de qué hablan... aún no le he pillado, quizás es fiel desde que mi hermana ya no viaja, o desde que se casaron... o quizás ha cambiado... JA!

Mi madre me trae la pasta -pobre, ella seguro que hubiera repartido la paella entre todos, pero sabe que si yo me apunto en el último momento, no quiero fastidiar a nadie, a mi me da igual comer paella que pasta fresca... menos hoy... hoy sí me apetecía paella...- mmmm... tengo un plan. Como quién no quiere la cosa, le digo a mi cuñado: "Alejandro, el otro día conocí a una tal María Marino... o Marano... o Marrano... me dijo que te conocía, sabes quién es?" -o ya te has olvidado con tantas con las que le pusiste los cuernos a mi hermana?, cabrón-... "no?, pues quizás hablábamos de un Alejandro Vázquez diferente, al ser un nombre tan común..." Todos comen tranquilamente ajenos a lo que acaba de pasar y, para concluir con mi plan, digo en voz alta: " jo, me estáis dando una envidia todos con la paella... -pucherito al canto- bueno, esto me pasa por avisar tarde... No, mamá, por favor, nada más faltaría... ¿ah, si Alejandro? ¿de verdad no te importa cambiarme el plato?" Bien! qué rica está la paella que hace mi madre...

Después de comer y ayudar a mi madre a recoger la cocina, nos sentamos en el sofá... Me acomodo y ojeo el Hola admirando las casas que salen, los vestidos... Olivia viene hacia mi -soy su tía y madrina preferida- y se acurruca a mi ladito apoyada en mi pecho. Juega con mi fular y veo que sus manitas regordetas cada vez están más quietecitas... se está quedando dormida, la acompañaré en el sueño...

17:45 p.m.

Cuando despierto de la siesta, voy en busca del bolso por si me ha llamado alguien... ahhhhahahhhahh!! y mi móvil????... con las prisas me lo he dejado en casa... y si mi intuición no me falla, seguro que está dentro de la nevera... Llamaré al buzón de voz a ver si tengo algún mensaje... Marque el número de teléfono... Marque su código secreto... pi-pi-pi-pi.... Tiene dos mensajes nuevos... Mensaje número uno, recibido hoy a las quince horas trece minutos... Hola Lu, hacemos algo esta noche? Gabs quizás viene porque Alex tiene no-sé-que-cena-de-empresa (en mayo??... uy, no sé por qué, pero creo que Alex y Alejandro van a tener algo en común además del nombre...)... Bueno, ya me dices algo... Piiii... Mensaje número dos, recibido hoy a las dicisiete horas un minuto... Hola Lucía, soy Álvaro, te llamaba por si te apetece ir a tomar algo esta noche? unas tapas o unas copas? Mi teléfono es seis setenta....

aaaaaaahhhhhh aaaaaaaaaaahhhhhhhh... Álvaro... me ha llamado Álvaro II !!!! y me invita a salir!!... qué nervios!!! vale, tranquila, no pasa nada, voy a llamarle... "Sofita, me dejas usar tu teléfono un momento, por favor?" -me niego a llamar desde el de casa de mis padres, entre otras cosas porque desde siempre, mi madre comprueba tooodas las llamadas que se hacen... y si un número de teléfono no lo conoce, llama y listo... no sea que sea una llamada inventada por la compañía... y ya me veo: "Hooola? Quién eres?? si, yo soy Araceli... y tengo una hija que se llama Sofita y otra Lucía- Siiii, exaaacto, Lucía... Y de qué conoces a mi hija?" Aaaaahhhhh!!!

Mientras espero la señal, Olivia me enseña sus nueva muñeca y me hace escuchar lo que sabe decir Lara -así la ha bautizado-... y, con el teléfono en la mano, me quedo escuchando lo que dice la muñeca, sonriendo... uy, al teléfono, estaba al teléfono... ahora no suena nada... no sé si hay alguien... Hola?-----Hola?----- Si, soy yo, Lucía-------- Álvaro?------- Estás ahí?------- sí, un momento, cariño... ------- Piiiiip, fin del tiempo para grabar el mensaje de voz... Nooooooo... nooooo.... estaba grabando?... vuelvo a llamar, y esta vez atenta a cuando me digan que puedo empezar a hablar... Hola Álvaro, soy Lucía, perdona por el mensaje de antes, es que no me he dado cuenta y mi sobrina me estaba enseñando a su muñeca Lara, la cual sabe decir muchas cosas... pero bueno, esto a ti tampoco creo que te importe, ya mejor te lo cuento en otro momento... bueno, decirte que no he oído el móvil porque lo tenía en la nevera de mi casa, de hecho, debe seguir allí, este teléfono es el de mi hermana---y bueno, he escuchado tu mensaje y----- Piiiiip, fin del tiempo para grabar el mensaje de voz... NO. NO. NO. No puedo volver a llamar una tercera vez, pensará que soy imbécil... Vale, que no cunda el pánico, plan de choque... esto no se debe hacer nuuunca... solo en casos de emergencia... Álvaro II es de la misma compañía de teléfono que yo, por lo que si no ha cambiado el código secreto, por defecto son los últimos cuatro números del número de teléfono... llamo al buzón de voz, borro los mensajes y lo llamo de nuevo dejando un simple mensaje de Sí-de-acuerdo-quedamos-esta-noche... Sólo esto, puedo hacerlo...

Marco el número del buzón de voz... Espero... Marque el número de teléfono... Marque su código secreto... pi-pi-pi-pi.... Tiene cuatro mensajes nuevos... Uy, aquí hay dos mensajes que quizás no debería escuchar... bueno, miraré hacia otro lado mientras salen... Mensaje número uno, recibido hoy a las diecisiete horas diez minutos... Álvaro, el partido de mañana se ha anulado, quedamos jueves. Piiii... Mensaje número dos, recibido hoy a las diecisiete horas treinta y cuatro minutos... Hola, soy Sergio, no podré ir esta tarde a ver a David, me ha salido un imprevisto. Hablamos. Piiii... -Mira que es fácil dejar un mensaje... hoy soy tal, y el mensaje es cual...- Mensaje número tres, recibido hoy a las dieciocho horas tres minutos .- ... Hola, quieres jugar conmigo? ----- Soy una muñeca muy buena ------ Nos divertiremos juntos------ Hola?-----Hola?----- Si, soy yo, Lucía-------- Álvaro? Estás ahí?------- si, un momento, cariño... Piiii... Mensaje número cuatro, recibido hoy a las diecisiete horas treinta y nueve minutos... Hola Álvaro, soy Lucía, perdona por el mensaje de antes, blablabla--------- Piiii... Fin de los mensajes. Si quiere volver a escuchar sus mensajes marque 2... si quiere borrar sus mensajes marque 4... 4... 4.... Todos los mensajes borrados... Todos??? Cómo que todos??? ... bueno, ya pensaré la manera de hacerle saber que Sergio hoy no va a ver a David -aunque ya se dará cuenta cuando vea que no llega- y que han anulado el partido que tenían mañana... Ahora, le llamo de nuevo y le dejo un mensaje de persona adulta y centrada... Hola Álvaro, soy Lucía, he escuchado tu mensaje, perfecto, quedamos esta noche. No tengo el móvil a mano, pero llegaré a casa en una hora, si te parece hablamos entonces y concretamos. Un beso.

Mientras mi padre me enseña su nuevo juguete -la maqueta de un barco de guerra que ha encontrado en un anticuario y que está restaurando- mi hermana y la familia feliz se despiden porque tienen cena en casa de los wachimeri-... Aprovecho el momento de despedida y decido ir ya hacia casa porque me he de preparar para la cita de esta noche...

19:00 p.m.

Por fin en casa. De vuelta a casa he pasado por la tienda de la plaza y me he comprado un top monísimo que estrenaré esta noche. Tras sacar el teléfono de la nevera -allí estaba, ocupando el lugar del zumo-, y no sin antes llamar a Marta y contarle todo -menos lo de la llamada al buzón de voz, eso lo haré en la siguiente cenita para que podamos reirnos todas juntas, no voy a dejar a Gabs al margen de semejante anécdota...- empiezo mi sesión de belleza... depilación -lo hice la semana pasada, pero repaso todo por si acaso- mascarilla para la cara, mascarilla para el pelo... guante de crin para todo el cuerpo... auu... crema hidratante, uñas, maquillaje... ropa?? qué me pongo?? a dónde vamos?? si vamos a tapear, me pongo un vaquero, unas sandalias altas, una camiseta informal y un fular divertido... si vamos a cenar a un restaurante medio-elegante, cambio camiseta por top negro y fular de noche... a lo mejor me quiere llevar a un restaurante TOP... o a la ópera como Pretty woman... voy a volver a escuchar el mensaje, a lo mejor hay una pista... Piiiiip... Hola Lucía, soy Álvaro, te llamaba por si te apetece ir a tomar algo esta noche? unas tapas o unas copas? Mi teléfono es seis setenta... Vale, vaquero oscuro, top negro, sandalias altas, fular divertido y collar con abalorios... Chaqueta.... mmmm.... la negra larga será perfecta...

Riiiing... Riiing.... Suena el teléfono. Seguro que es Álvaro... Síiii -un momento, es Álvaro I-...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola guapa me ha gustado mucho el capítulo 2 espero que no tardemos mucho en recibir la tercera entrega... esto se parece ya a la trilogía de milenium
Besos

Cris

carola coch dijo...

muchas gracias, Cris... menudo cumplido!! pero no completo ni el primer palito de la m de milenium... y ni eso!!! ya me gustaría tener su estilo, su técnica... en fin...

me alegra mucho que te haya gustado!... y mil gracias por hacérmelo saber!!! y si te ha entretenido un poquito, mejor que mejor, esto es lo que me hace más feliz...

besos